miércoles, 3 de julio de 2013

Capitulo 8

Capítulo 8: TE QUIERO, aun… no puedo amarte

[Narra Frank]
Toda la tarde me la pase nervioso, caminando de un lado al otro en mi habitación, le rogué a Ali que no le contara a absolutamente nadie, de lo que había pasado con Billie, ella acepto gustosa, ya que tampoco quería que nadie se enterara de la paliza que le había dado a ese gilipollas.
Sin embargo, yo no podía quitarme los nervios de encima, mi mente aun recordaba esa cara orgásmica y malévola que había puesto Billie, cuando intento… violarme, joder!! No podía quitármelo de la cabeza, trate de tranquilizarme escuchando música o tocando la guitarra, pero no podía hacer mucho ruido, ya que Estella estaba durmiendo en su cama, después de que me conto lo que había pasado con Ali, ya no me conto nada más.
En fin, ya era hora de encontrarme con Gee en el campus, ahora me ponía mucho más nervioso, busque en mi ropero la mejor ropa que tenía, me puse unos vaqueros negros, un polo blanco de Black Flag, una de mis bandas favoritas, y una casaca negra de cuero, mis vans del mismo color y ya estaba bien presentable.

-Hey!! Tienes una cita?? – Me pregunto Dominik entrando en la habitación
- mmm ¿yo? – me hice el desentendido, ahora que lo pensaba, quizás sí, si tenía una cita, pero era realmente eso??
- sí, tú! Te ves muy bien arreglado, pareces que salieras a cenar con alguien
- no seas idiota!! Si no podemos salir del internado – dije de mala gana
- a eso quería llegar, te arreglaste tanto para salir al campus?? – Dominik soltó una risita

Joder!! Era cierto, me había arreglado tanto solo para ir al campus?? ¿Por qué lo había hecho? , acaso solo lo hice para impresionar a Gee??

-A quien quieres impresionar?? – me volvió a preguntar Dominik
- que te importa chismoso!! No tienes nada que hacer??
- sí, pero son cosas que a ti tampoco te importa
- como follar con Mikey?? – dije en tono burlón
- cállate!! – Me grito Dominik – eres un jodido Frank Iero
- sí, sé que me amas, yo también – dije entre risas y Salí de la habitación

Camine a paso ligero, trataba de estar lo más relajado posible, pero se me hacía complicado, mis piernas me traicionaban y parecía que un poco más y comienzo a correr hacia el campus.
Apenas llegue, lo primero que note era esa brisa que me hizo despeinarme un poco, por ratos había ventarrones de aire, me dirigí hacia una de las banquillas, de repente siento la presencia de alguien detrás mío, antes de que pudiera voltear, alguien había tapado mis ojos con sus manos, estaban heladas, pero suaves… suaves como el terciopelo, y cuando escuche su voz, un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo, nunca me había sentido así, es como si me trasmitiera paz.

-¿Quién soy?
- Gee – Gee, Gerard!! – dije tartamudeando, aparte sus manos de mis ojos y voltee quedando cara a cara
- pensé que no vendrías – me dijo Gee sonriente
- pero ya me tienes aquí
- y me alegro por ello

Gerard no dejaba de sonreírme, yo de solo verlo sonreír me daban ganas de sonreírle y comérmelo a besos… ¿yo comérmelo a besos? ¿Acabo de decir eso? ¡¡Que carajos digo!!, no sé qué me pasaba, porque sentía eso por él, pero de lo que si estaba muy seguro, era de que no podría demostrarle así de fácil mis sentimientos, me daba miedo, miedo a que me rechace, tenía que ser conservador.
Por unos segundos un silencio absoluto nos envolvió, solo cruzábamos miradas y sonrisas, el viento alborotaba nuestros cabellos, y Gee se veía tan jodidamente bien con el pelo alborotado, aunque hiciera un frio tremendo yo estaba sintiendo que me quemaba por dentro.

-Te parece si vamos a la cafetería?? – me dijo Gee haciéndome salir de mis pensamientos
- aaa… claro!!

Fuimos caminando callados, ninguno de los dos se atrevía a decir palabra alguna, parecía ser uno de esos momentos de silencio incomodo, tenía que romper el hielo

-yo… - Gee y yo hablamos al mismo tiempo
- tu primero – me dijo Gee
- ok, pues… quería saber si… te sientes mucho mejor??
- lo dices por las drogas??
- sí, ya se te paso el efecto??
- estoy absolutamente desintoxicado
- me alegro – le mande una sonrisa – y bueno… tú que me querías decir??
- no! Nada… nada importante
- Oh… No! A mí no me dejas con la duda
- … - Gee soltó una pequeña risita de niño – en serio, no es nada importante
- si tú lo dices… quiero que sepas que a mí me importa

Cuando dije esto Gerard se paró en seco, ya estábamos por llegar a la cafetería, yo seguía caminando, cuando volteo para mirar a Gee veo que él me quedaba mirando de una manera extraña, una manera única, parecía como que me examinaba cuidadosamente todo mi cuerpo, eso me hizo estremecer un poco.

-¿Qué pasa? – Le dije – Ven! Entremos a la cafetería, te vas a congelar de frio
- en serio te importa lo que diga??
- claro! ¿Por qué no tendría que importarme?
- No lo sé… no a muchas personas le importo
- cómo vas a decir eso!! Tienes a tu hermano
- pero no es lo mismo, sabes a lo que me refiero??
- mmm… bueno, ahora me tienes a mí, a mi si me importas, digo! Me importa, eso!

Gerard me miro con picardía y me mando una sonrisa tierna, sus rasgos faciales me encantaban, todo él era perfecto…

-aaa… Frank!
- si Gee dime!
- entremos a la cafetería, me congelo acá afuera
- bien…

Pensé que me diría otra cosa, no sé, que me quiere tal vez, pero pido mucho en muy poco tiempo, en fin, entramos a la cafetería, nos sentamos en la primera mesa cercana a la ventana, felizmente el local no estaba tan lleno, de inmediato se acercó la mesera.

-Buenas noches chicos que van a pedir?? – Pregunto
- pide lo que quieras, yo invito! – me dijo Gee y en ese momento recordé lo que me había dicho Dominik, esto parecía una cita
- pues… quiero una chocolatada, un triple de jamón y queso y unas papitas fritas solo con mayonesa
- … - Gerard al escuchar mi orden comenzó a reír
- ¿de qué te ríes?!! – le dije algo fastidiado
- pareces un niñito ordenando su cajita feliz
- así?? A ver! Tú que vas a pedir?
- mmm… a mí solo me trae un café cargado sin azúcar
- ok! Ahora mismo se los traigo – dijo la mesera y se fue a la cocina
- acaso no tienes papilas gustativas??
- por qué lo dices, Frankie?

Y otra vez me decía “Frankie” cada vez que lo escuchaba pronunciar de esa manera mi nombre, era como si encendiera luces en mi alma.

-porque el café de por si es amargo,  tú lo has pedido cargado y sin azúcar, mucho más amargo – dije sin salirme de la conversación
- créeme que sé muy bien de que sabor es el café, pequeño niño inocente
- que no soy un niño!! – reproche
- pues… para mí lo eres
- Oh… vamos, solo me llevas por un año, en ese caso entonces yo te voy a decir viejo!

Los dos comenzamos a reír, sin despegarnos la mirada de encima, en eso viene la mesera, nuestras miradas se despegaron inmediatamente, cuando la mesera dejo el pedido, luego se fue, pero antes de eso note como le guiño un ojo a Gerard, después hizo lo mismo conmigo, algo que me pareció extraño.

-Y esta tía que se trae?? – dije en voz baja
- sabias que las cosas amargas son lo más dulce de la vida – dijo Gee saliéndose de mi pregunta
- eso me parece estúpido – dije retándolo y comenzando a comer las papitas como un niño en Mc Donalds
- alguna vez has tenido problemas y luego cuando piensas que vas a volver a tener esos problemas, no los tienes porque ya habías aprendido de los problemas de antes??
- aaaa… sí, supongo – me encogí de hombros – y eso qué??
- pues fácil! Aprendiste de lo amargo, eso hace que se vuelva dulce, porque ya no lo vas a volver a cometer
- que eres?? Un filósofo o algo??
- solo soy estudioso
- aaaa… entonces eres un nerd! – comencé a reír
- Ja-Ja-Ja que chistosito, enano!!
- tú tampoco eres tan alto y si sigues tomando café de esa manera nunca vas a cre… -

Antes de que pudiera terminar la frase, Gerard se había acercado rápidamente a mí y me había robado un beso, me quede estático, paralizado, me puse más blanco y helado que un cadáver, mis ojos parecían caerse al suelo por la impresión, sin embargo Gerard parecía satisfecho, esa pícara sonrisa no se borraba de su hermoso rostro blanco, parecía haber entrado en una confortabilidad absoluta.
Yo tenía ganas de salir corriendo de ese lugar ahora mismo, pero no quería dejar así a Gee, quería que me dé explicaciones, que me diga que fue ese beso, ese beso… que tanto me había gustado, porque sí, lo acepto, me gusto su beso, sentir sus labios con los míos, su sabor, ese exquisito sabor que me hacía delirar, lo deseaba, realmente estaba comenzando a amarlo, me estaba enamorando, de un hombre?? Eso realmente no importaba, lo único que acá era importante, era esa hermosa sensación de amor que él había hecho florecer en mí.

-Me-me amas?? – pregunte de manera inocente
- no Te Amo – me dijo Gee tiernamente
- ¿Qué? Y ese beso, estás jugando conmigo?? Que cojones te pasa??
- yo te quiero, mejor déjame demostrártelo, porque aun... No puedo amarte

Gerard se paró de su asiento, se arrodillo a mi costado, me agarro de las manos, las acaricio, después acaricio mis rodillas, fue subiendo sus manos hasta llegar a mi rostro, lo tomo con fuerza y sin importarle nada ni nadie se acercó a mí y me volvió a besar, yo juguetee con su cabello, nuestros labios se entrelazaban con suprema ternura y delicadeza, cada rose era esquicito para nosotros, nuestras lenguas se entrelazaron, de repente abrí los ojos, los de Gerard estaban cerrados, desvié mi mirada a un costado y pude notar como todos en la cafetería había fijado la mirada en nosotros, algunos con ternura, otros con asco y otros querían restarle importancia.
A Gerard eso le valía una mierda y a mí también, tan solo me dejaba llevar por él y su esquicito aroma, sabor y pasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario