sábado, 27 de julio de 2013

Capitulo 21

Capítulo 21: me devolviste el alma
No, no aparta a dos almas amadoras
adverso caso ni cruel porfía:
nunca mengua el amor ni se desvía,
y es uno y sin mudanza a todas horas.
Es fanal que borrascas bramadoras
con inmóviles rayos desafía;
estrella fija que los barcos guía;
mides su altura, mas su esencia ignoras.
Amor no sigue la fugaz corriente
de la edad, que deshace los colores
de los floridos labios y mejillas.
Eres eterno, Amor: si esto desmiente
mi vida, no he sentido tus ardores,
ni supe comprender tus maravillas.
William Shakespeare

[Narra Frank]
El mismo día que me habían operado, me encontré con todos mis amigos en el consultorio, Mikey y Dominik me contaban de lo preocupados que estaban y como habían pillado mi estado, mientras que Bob y Ray trataban de hacerme bromas para poder mejorar mis ánimos, y en serio lo estaban logrando, la verdad es que aún me encontraba muy desanimado, aunque por un lado le agradecía infinitamente a Ali que haya echo eso por mí, y también le agradecí a mi madre que haya tenido tantos cuidados conmigo, sin embargo, sentía un vacío en mi corazón, algo me faltaba, una pieza muy importante en mi vida.
Hasta que lo vi entrar, con la mirada cabizbaja, parecía algo perdido, apenas cruzamos las miradas, el vino corriendo hacia mí, me abrazo fuertemente, no pude evitar soltar una leve queja de dolor, es que me abrazaba tan fuerte que parece que se había olvidado que acababan de operarme.

-Gee… me aplastas… auch!!
- Lo siento, lo siento – se apartó de mi – me acabas de decir Gee??
- si… ¿Por qué, te molesta?
- no!! Al contrario!! Me encanta Frankie – Gerard se acercó a mí queriendo besarme
- nosotros los dejamos solos – dijo mi madre

Quien salió junto con todos los demás chicos, dejándonos a Gerard y a mi solos en el consultorio, algo que me ponía más que nervioso, aunque intentara calmar mis instintos, lo necesitaba tanto, que no sabía si podría controlarme.

-quieres que te traiga algo?? Un café quizás??
- no Gerard, tan rápido te quieres separar de mí??
- claro que no!! No quiero hacerlo nunca – Gerard me agarro de la mano – nunca mi Frankie – me dio un beso en la frente
- te preocupaste??
- más que eso, tanto así que apenas me avisaron lo del accidente, Salí corriendo hacia acá
- si… ya me conto Mikey, y que te desmayaste también – solté una leve risita
- ese pollo chismoso!!
- me gusta que te preocupes por mí – me acerque hasta rosar sus labios
- Frankie, eso significa que me perdonas??

Silencio absoluto, claro que lo perdonaba, Gerard te amo tanto, pero no sé cómo decírtelo, tengo miedo de salir dañado, tengo miedo que todo se repita de nuevo, pero cuando estoy contigo, es imposible no querer dejar todos esos miedos atrás y querer entregarme a ti completamente.

-Tú me perdonas?? Ya sabes… por lo de Bi…
- ni lo menciones!! Yo ya te perdone, al fin y al cabo todo lo que hiciste fue mi culpa
- no lo digas por lastima, por el simple hecho de verme postrado en esta camilla
- no lo digo por eso Frank, yo te amo, es imposible no perdonarte, pero… ¿tú me amas?
- yo te quiero Gee, dame tiempo
- comprendo – Gerard bajo la mirada
- hey! – lo cogí del mentón, haciendo que me mire directamente a los ojos – te extrañe tanto, vi mi vida pasar frente a mis ojos
- viste la luz detrás de tus ojos??
- ahora lo estoy viendo, tu eres la luz detrás de mis ojos, Gee

Me entere que a Ali le habían dado de alta un día después de su operación, sin embargo a mi aun me faltaban tres días más, en los cuales los dos primeros días Gerard se la pasaba conmigo todo el tiempo, atendiéndome, ayudándome a dar pequeños paseos por el hospital, escuchábamos música, cantábamos, hasta trajo una guitarra y se empeñaba a que le enseñe a tocar algunas melodías, yo muy gustoso aceptaba, así pasábamos buen tiempo juntos y hacia que me distraiga mucho, se volvió tan atento conmigo, es como si todo hubiera dado un vuelco de 180 grados, todo ahora estaba completamente perfecto, a Gerard solo le faltaba darme de comer en la boca y hasta acompañarme al baño, es que era todo un exagerado en los cuidados, me trataba como si fuera de cristal, aunque lo del baño para Gerard no era tan mala idea.
Sin embargo yo decidí darme mi tiempo, necesitaba hacerlo para saber si entregarme completamente a Gee o no, necesitaba que él me lo demuestre, y en dos días no era suficiente, necesitaba más, un mes tal vez, no lo sé, pero de algo si estaba muy seguro, de que tenía que aguantarme esas ganas enormes de quererme comer sus suaves labios a mordiscos, de querer darle besos en el cuello hasta hacerlo delirar de excitación hasta caer rendidos en la cama, como en los viejos tiempos.
¡¡Pero no!! “Frank tienes que aguantarte” tengo que hacerlo, no solo por mi bien, si no también por el bienestar de Gerard. Él tiene que tener fijas sus metas, si me ama no solo lo puede decir con palabras, la mejor forma de hacerlo son con hechos, estaba completamente convencido con eso, no pensaba volver a pasar por lo mismo, bueno… por lo menos por ahora no, ya que todo va tan lindo.
Al tercer día cuando ya me iban  a dar de alta, Gerard se había desaparecido por completo, le preguntaba a mi madre y mis amigos que me habían ido a visitar, en especial a Mikey si sabían algo de Gee, pero ninguno me decía nada, simplemente sacaban conclusiones de que quizás esté ocupado buscando trabajo o haciendo quien sabe qué cosa, pero yo necesitaba respuestas concretas y ciertas, joder!! Que no se puede ir así de pronto, porque no me dijo nada?? Aunque sea un mensaje no le hubiera quitado tanto tiempo.
Cuando ya estaba estabilizado y listo para irme a casa, Salí con ayuda de mi madre, hasta la recepción, estaba a punto de dirigirme a la puerta principal y veo a Gerard bajar apresuradamente de un taxi, al verme parado en la puerta del hospital, vino corriendo hacia mí, me abrazo como si fuera un oso de felpa y me dio miles de besos en la mejilla, frente y nariz, le dijo algo a Linda en el oído, no pude pillar exactamente qué era lo que le decía, simplemente escuche un “cuídalo bien” ¿Qué diablos se tramaban estos dos?, es que últimamente veía extraña a mi madre, de la nada me miraba y soltaba pequeñas risitas, algo muy extraño en ella, en fin, me despedí de todos mis amigos, quien prometieron irme a visitar lo más pronto posible, estaba a punto de despedirme de Gerard para irme con mi madre, hasta que paso lo inesperado.

-Tú te vienes conmigo! – Gerard tomo mi mano
- A dónde?? Me vas a llevar a dar un paseo?? – dije emocionado
- mejor que eso, ya verás…
- bueno… entonces déjame despedirme de mi madre
- claro! – me dio un beso en la nariz

Cuando me despedí de mi madre, ella me abrazo muy fuerte, me pedía que me cuide mucho, pero lo que más me sorprendió es que me diga “Gerard ya llevo tus cosas” ¿mis cosas? Necesitaba explicaciones ahora mismo!! Pero antes de que pudiera decir algo, Gerard me jalo hacia él, paro un taxi y nos metimos los dos dentro, Gerard le dio una dirección al chofer y arrancamos, yo miraba por la ventanilla, veía como mi madre y mes demás amigos se despedían de mí, pero yo no entendía nada, quería saber ya mismo que era todo esto.

-confías en mí?? – Gerard me hizo salir de mis pensamientos
- sí, sí, claro!!
- entonces ponte esto en los ojos – me paso una pañoleta negra
- estás loco?? Como voy a bajar del auto?? Me voy a caer!!
- yo te voy a guiar como si fueras un cieguito
- pero… no sé
- ok!! No confías en mí, dilo!!
- no es eso!! Oh… no! Gerard Way no te quieras hacer la victima
- … - Gerard soltó una risita – te prometo que no te dejare caer
- más te vale!! – le mande una penetrante mirada a Gee y me cubrí los ojos con la pañoleta
- ya vamos a llegar!!
- me puedes decir a dónde??
- Frank, estoy al otro lado
- ha! Lo siento, es que no veo nada!! Esto es una mierda
- veras que vale la pena
- por qué mi madre dijo, Gerard ya llevo sus cosas??
- a tu madre no se le escapa ni una – Gee comenzó a reír – pero ya veo que a ti sí
- me vas a decir??
- no!! Es sorpresa
- Oh… vamos Gee… por favor… - dije como haciendo puchero
- no, no, no, no me hables con esa vocecita porque vas a arruinar la sorpresa
- mierda!! Bueno…
- ya llegamos!! – Gerard tomo mi mano y me guio hasta salir del auto

Cuando salimos del auto casi me mato el pisar mal y justo había una grada, gran ayuda que fue Gerard, en fin, seguimos caminando hasta que reconocí sonidos de recepcionistas y como si caminara mucha gente apresurada a nuestro alrededor, de repente Gerard se detiene de golpe y yo también junto a él, siento como él se pone atrás mío, me abraza de la cintura, sube una de sus manos por mi espalda, hasta llegar a mi cabeza, me desata la pañoleta y no podía creer lo que estaba viendo ¿Qué cojones hacemos acá?!!

-Nos vamos a Francia!! 

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