Capítulo 25: Entre
nuevas rutas
De
vuelta a Francia, en donde dos tortolitos cada vez estaban más felices con su
relación, se avecinaba algo inesperado, cosas del destino, que no siempre nos
da lo que queremos, cosas que nos hacen reflexionar y a veces arrepentirnos de
nuestros actos, pero no todo siempre es así en esta vida, bueno, no aun para
nuestros dos aventureros, quienes ya llevaban un mes lleno de felicidad y
aventuras en la ciudad del amor.
Gerard
muy ocupado en su trabajo, a veces se daba algunas escapadas para poder salir a
cenar con Frankie, los fines de semana eran absolutamente paro ellos dos juntos,
habían paseado por todos los lugares turísticos de la ciudad, hasta se habían
ido a Paris donde llegaron a colocar un candado con el nombre de los dos en
aquel famoso puente, en donde las parejas sellaban su amor, ellos también ya lo
habían sellado, ese mismo día, después de pasear por las calles de parís, volvieron
a casa, algo cansados, Gee mas cansado que Frank, pero ese cansancio no le duro
mucho, cuando Frank le dio la buena noticia, que había dado por culminado el
tiempo que se había planteado.
Frank
estaba absolutamente convencido de que Gerard lo amaba de igual forma que él lo
hacía, decidió entregarse a él sin más preámbulos, dejo a un lado lo del tiempo
y le dijo a Gee que ya era hora, hora de volver a entregarse como en los viejos
tiempo, Gerard muy emocionado, dejo a un lado el cansancio que tenía, cargo a
Frank y lo subió hasta la habitación, ya dentro, lo recostó sobre la cama, se
puso encima de él y comenzó a besarlo, Frank se aferraba a los labios de
Gerard, entrelazando sus lenguas y quitándose la ropa poco a poco, los dos
estaban disfrutando al máximo de ese momento, cuando ya estaban completamente
desnudos, Gerard volteo a Frank poniéndolo boca abajo, acaricio la espalda de
Frank, quien ya se encontraba completamente excitado con los roses que Gerard
le proporcionaba, Frank le pedía a Gerard que vaya con calma, y Gee así lo
hizo, penetro a Frank como si fuera la primera vez que lo hacía, Frank gemía de
placer con cada envestida que daba Gee, gimiendo su nombre Gerard comenzaba a
entrar en delirio, cada vez fue aumentando de a pocos la velocidad, Frank se
aferraba a las sabanas, estrujándolas con fuerza entre sus manos, Gee le daba a
Frank pequeños besos por la espalda y no podía dejar de gemir el nombre de su
pequeño amado, hasta que Frank decidió cambiar los roles y esta vez, el que
estaba recostado boca abajo, era Gerard, Frank se acomodó muy bien encima de él,
y poco a poco fue penetrando a Gerard, volviendo a entrar los dos en el máximo
orgasmo, esa noche se entregaron uno al otro, se volvieron uno solo y simplemente
lo disfrutaban como si no hubiera un mañana.
Paso
una semana desde el primer encuentro sexual que tuvieron después de tiempo,
aunque no era el último, últimamente su deseo sexual de ambos incrementaba, y
lo saciaban mutuamente, entregándose siempre con pasión y ternura el uno al
otro, compartiendo besos, caricias, roses y lo más importante, amor en lo
absoluto, para ellos esto no era solamente sexo, para ellos era hacer el amor.
[Narra
Frank]
Después
de haber culminado el mes que me había planteado, y de darme cuenta que Gerard
me amaba demasiado, al igual que yo a él, las cosas iban de bien a mejor,
teníamos más encuentros amorosos, esos de los que extrañaba tanto, por otro
lado Gerard se cambió de trabajo, sí así es, lo hizo por mí, se pasó a la misma
tienda de comic en donde yo me había encontrado a su viejo amigo Pete, que por
cierto, no sabía nada de él, pero ese no es el asunto, lo importante es que Gerard
ahora trabajaba menos horas, solo de 10:00am hasta las 3:00pm, y le pagaban lo
suficiente, claro que yo también tuve que conseguir un trabajo, si no
terminaría loco encerrado en casa, así que buscando y buscando, encontré un
confortable trabajo como vendedor de discos originales en una reconocida
tienda, mi especialidad era el rock, aunque también tuve que aprenderme acerca
de otros géneros musicales, pero cuando me preguntaban por algún CD de rock, yo
era el indicado para dar los mejores consejos e información al respecto, se
nota que estoy emocionado con mi trabajo, y es que es así, simplemente me
aficionaba la música y haber conseguido esto era excelente, por suerte, mi
horario era igual al de Gee, así que después de que cada uno salía del trabajo,
nos reuníamos para cenar, salir a pasear o simplemente quedarnos en casa
compartiendo pasiones.
Pero
no todo era felicidad, siempre hay un lado amargo en la vida, el jefe de
Gerard, era un maldito homofóbico, se creía superior a todos y eso a Gerard lo
sacaba de sus casillas, pero Gee trato de aguantarlo, no solo porque era su
jefe, sino también porque deseaba continuar en ese trabajo, si fuera cualquier
otra clase de trabajo renunciaba, pero para Gee esto no era cualquier cosa,
esto eran comic, y tengo que admitir que Gerard es un aficionado al máximo de
los comic, algo que me parecía muy lindo de su parte, ¿es que acaso este chico
es perfecto? Bueno en fin, un día fui a visitar a Gee a su trabajo, tuve que
darme una escapada del mío, pero nada del otro mundo, vi a Gee detrás del
mostrador con toda la colección de Superman mostrándole a unos cuantos
adolescentes deseosos por comprar los comics, yo no me había percatado que su
jefe nos estaba observando desde una esquina del local, entonces como si nada,
me acerque a Gee y le plante un beso en los labios, los chicos nos quedaron
viendo, no dijeron nada, tan solo seguían examinando los comics de Superman,
pero de repente, siento que alguien me jala del brazo, voltee bruscamente para zafarme,
vi a un hombre viejo, canoso y con cara de diablos azules que simplemente me
dijo – tienes que retirarte – Gerard trato de defenderme, al ver que el hombre
me arrastraba fuera del local, pero ese hombre le grito a Gerard, algo que jamás
olvidare - ¡¡yo no permito maricones en mi tienda!! ¿Entendiste Way? O se va o
te despido!! - Gerard agacho la mirada,
sus ojos se llenaron de lágrimas y me susurro un “lo siento”, inmediatamente
entendí que ese hombre era su jefe,
jodido y puto homofóbico, estaba a punto de decirle todas sus verdades a
ese viejo decrepito, pero tuve que aguantarme, Salí de la tienda, no quería
causar problemas, no quería que despidieran a Gee, al fin y al cabo Gerard se
había pasado a esa tienda de comic por mí, ya que yo le reclamaba que estábamos
mucho tiempo separados, el dejo la librería, todo ese sacrificio de tirar a la
mierda un buen salario, solo por mí y por permanecer más tiempo a mi lado, bajo
ninguna circunstancia podía permitir que ahora despidan a Gee de esa tienda de
comic y si tenía que tragarme mi orgullo y coraje, lo hacía, solo por él.
Al
final del día, después de ir a ver a Gerard, regrese a mi trabajo, estaba muy cabizbajo
y todos lo notaron, ya que yo era prácticamente el alma alegre en toda la
tienda, pero ese día se volvió absolutamente gris para mí y estaba seguro que
para Gee también lo fue, decidí no pensar en ese asunto y me concentre en mi
trabajo, poco a poco mientras atendía al público, la depresión que tenía iba
desapareciendo, y es que siempre que hablo de música, inmediatamente se dibuja
una sonrisa en mi rostro y mucho más cuando me preguntan por bandas que son mis
favoritas, soy capaz hasta de dar información personal de los integrantes, yo
no era un come libros, era un come discos, y así es como me apodaban mis demás
compañeros de la tienda, con los cuales me llevaba y me sigo llevando muy bien,
no me quejo.
Ese
mismo día en la tarde, cuando llegue a casa después de un largo día de trabajo,
vi a Gerard preparando la cena, me sorprendió mucho, que yo sepa él no sabía
cocinar en lo absoluto, pero se veía muy emocionado tratando de cocinar, me
acerque corriendo hacia él, mientras cortaba unos pedazos de carne, lo abracé
por la espalda, Gerard no se había percatado de mi presencia y apenas sintió mi
abrazo se sobresaltó y casi me da en el ojo con el cuchillo, se disculpó, dejo
el cuchillo a un lado y me abrazo, felizmente no me había hecho nada, yo lo
bese, me correspondió el beso, decidí ayudarlo a cocinar, aunque él se negaba,
ya que decía que se supone que esto iba a ser una sorpresa, de todas maneras le
dije que estaba muy sorprendido de todo este esfuerzo que hacía por mí, él me
dijo que lo hacía como disculpa del bochornoso incidente que había pasado con
su jefe, como siempre Gerard tan detallista, lo bueno es que al final acepto
que lo ayudara a cocinar, y agradezco enormemente haberlo hecho, porque cuando probé
lo que Gerard ya había preparado anticipadamente, los fideos estaban sin sal,
la salsa insípida y la carne faltaba condimentar, si no fuera porque mi madre
me dio unas pequeñas clases de cocina cuando era pequeño, esto hubiera sido un
desastre, aunque la intención cuenta y mucho, después de cenar junto a Gee, que
por cierto fue una cena muy romántica y divertida, porque comenzamos a hablar
de todo, de las bromas que hacíamos con nuestros compañeros de trabajo y hasta
bromas que les hacíamos al público que aún no conocía muy bien tanto de música,
como de comics, al final rentamos una película de terror, nuestras favoritas, y
nos quedamos toda la noche juntos recostados en el sillón abrazándonos uno con
el otro cuando pasaba una escena escalofriante, hasta caer dormidos del
cansancio.
Al
día siguiente me desperté aun algo soñoliento, me dolía todo el cuerpo, pensé
que estaba en la cama, pero cuando me di la vuelta y caí bruscamente al suelo,
note que había dormido en el sillón, casi encima de Gerard, bueno, aunque eso
no estaba tan mal después de todo, pero cuando caí al suelo hice un fuerte
ruido y Gerard se despertó bruscamente, por alguna razón estaba tan solo con
bóxer, sin embargo yo estaba normal con mi ropa puesta, justo como me había
quedado ayer.
-Frankie,
que hora es?? – Gerard se paró del sillón cogiéndose la cabeza
-
las 9:40 am ¿Qué haces sin ropa? – dije bostezando
-
me dio calor anoche y me quite… ¡¡¿Qué dijiste?!! – se exalto
-
solo te pregunte por la ropa!! – me asuste
-
mierda!! Frank, eso no, lo otro, son las 9:40??
-
aaa… eso – falsa alarma – sí, sí, esa es la hora ¿Qué pasa?
-
mi trabajo!! Tengo que irme ahora mismo – comenzó a caminar de un lado al otro
-
relájate… te preparare un café
-
No!!
-
bueno… entonces un jugo de naranja
-
no entiendes Frank!! Voy a llegar tarde y no puedo llegar tarde!! Ayer pedí
permiso para salir temprano y si hoy llego tarde me descuentan el salario
¡¡¿Dónde está mi ropa?!! Mi ropaaaa…
-
… - solté una carcajada, al ver como Gerard se desesperaba y buscaba por todos
lados – está justo debajo tuyo
-
mierda!! – Gerard dio un salto al fijarse que la estaba pisando – esta arrugada
– la recogió y fue corriendo a plancharla
-
quieres que te ayude en algo?? – lo abrace mientras planchaba
-
no Frankie… mejor lo hago yo, tú no tienes que ir a trabajar??
-
sí… pero no creo que pase nada si llego unos minutos tarde
-
bueno, como sea, me voy a duchar, tú también deberías hacer lo mismo
-
perfecto!! Entonces nos duchamos juntos
-
no, no, no, tu sabes que después… no podre despegarme de ti – me dio un pequeño
beso en los labios y se metió al baño
-Uyyy…
que guapo – le mande una amplia sonrisa
-
que haces??
-
alistando que ropa me voy a poner para ir a trabajar
-
te vas a poner esa casaca de cuero??
-
sí, que te parece??
-
muy provocativo, y si entra un pervertido a la tienda??
-
Gerard – le mande una mirada asesina – no va pasar nada
-
bueno… de todas maneras cuídate mucho – se acercó a mí, me jalo de la cintura y
me beso – ya me voy
-
cuídate mucho – le di otro beso y le ajuste la corbata – nos vemos a las 3:00
-
no creo… me quedare horas extras, me olvide de comentártelo ayer
-
mmm… está bien, entonces a qué hora vienes??
-
a las 7:00pm
-
tanto!!??
-
Frankie tengo muchos trabajo, te juro que te recompensare, adiós – me dio un
pequeño beso, bajo las escaleras y salió de la casa
Yo
me quede parado a la mitad de las escaleras, volví a subir a la habitación, cogí
mi ropa y una toalla y entre a darme un duchazo rápido para salir de una vez a
mi trabajo, felizmente el día no estaba muy frio, así que puse llegar tranquilo
a mi trabajo.
El
día transcurrió, llego las tres de la tarde, cuando llegue a casa todo estaba
en silencio, Gerard seguía en su trabajo, así que decidí darme una pequeña
siesta
[Narra
Gerard]
Hoy
la tienda estaba muy llena, llegue justo a la hora exacta, comencé a ordenar
las nuevas ediciones de comics que habían llegado, después me dispuse a atender
al público, logrando muchas ventas, luego en la hora de descanso, uno de mis
amigos Jack, que no era tan aficionado a los comics, pero por lo menos este
trabajo le ayudaba a subsistir, me regalo dos entradas para un club nocturno,
yo no sabía absolutamente nada sobre ese club, y él no me daba ninguna información,
tan solo me decía que era un lugar muy bueno, con buena música y los mejores
tragos, cosa que me pareció perfecto, y sin dudarlo acepte sus entradas, me
dijo que él también iría, así que nos encontraríamos en el club, después de
otra jornada más de trabajo, las horas pasaron y ya eran las siete de la noche,
cogí algunos comics que me tendría que llevar para limpiarlos, ya que era una colección
antigua, y Salí de frente a casa, en busca de Frankie para contarle que iríamos
a un club nocturno.
Cuando
llegue a casa, abrí la puerta, junto a la puerta había una pequeña mesa, así
que deje hay los comics, cuando me percate, las luces estaban totalmente
apagadas, fui prendiendo las luces del living y vi a Frank echado boca abajo
sobre uno de los sillones, me pareció tan tierno, pensé que quizás había tenido
un largo día y estaba muy cansado, quizás tendría que cancelar lo del club,
pero apenas me fui acercando poco a poco hacia Frank, este despertó de golpe,
estaba un poco asustado, pero cuando
volteo a verme, me mando una enorme sonrisa, se paró del sillón, y fue
corriendo hacia mí, abrazándome y colgándose de mi cuello, poniendo sus piernas
alrededor de mi cintura, haciendo que casi me caiga al suelo por la envestida,
pero retome las fuerzas y lo cargue dándole besos en el cuello, subiendo hacia
sus labios, comencé a besarlo eufóricamente, Frank mordía un poco mis labios y
jugueteaba con mi lengua, lo baje, y él me dio un pequeño empujón, haciendo que
los dos caigamos al suelo, sin dejar de besarnos comenzamos a abrazarnos en el
suelo, acariciándonos y haciéndonos pequeñas cosquillas.
-Gee…
ya para!! – pedía Frank entre risas
-
me gusta tu risa, por mi te haría cosquillas siempre
-
awww… cariño, te extrañe mucho – me cogió de la mano y nos paramos del suelo
-
yo también, no pude dejar de pensar en ti todo el día
-
yo igual!! A todo el mundo le iba contando de la gran sorpresa que me diste
ayer
-
la cena, te gusto??
-
me encanto, muchas gracias mi amor – me volvió a besar en los labios
-
de nada pequeño, sabes que haría cualquier cosa por ti, y ahora tengo algo mas
-
vamos a ir al cine??
-
no… por qué querías ir??
-
bueno… sí, pero lo podemos dejar para otro día, ahora cual es la sorpresa??
-
nos vamos a un club nocturno – le di las entradas
-…
- Frank se quedó mirándolas cuidadosamente – Super Pussy??
-
sí, haz escuchado hablar de ese club??
-
algo… solo me dijeron que esta algo escondido
-
qué extraño, Jack me dijo que era un lugar muy amplio, con buena música y
recomendables tragos
-
suena bueno, pero… quien es Jack?
-
un amigo de trabajo, te lo presento en el club
-
bueno… entonces me alisto para ir
-
no! Si así como estas, estas muy guapo
-
ya sé, ya sé, pero de todos modos, me pondré algo mas cómodo
-
bueno… como quieras, yo iré vestido como estoy, así que te espero acá – me senté
en el sillón – no demores
-
no tardo nada – le mande una sonrisa a Gee y subí a cambiarme de ropa
[Narra
Frank]
La
verdad es que yo sabía más de lo que Gerard se imaginaba sobre ese club, un
amigo mío, Luis de la tienda de música, era gay, lo bueno es que ya tiene su
novio, el me conto que el fin de semana se había ido con su novio a ese mismo
club en donde Gee me quería llevar, la cuestión es, que el club era en realidad
un antro Gay, iban toda clase de chicos, desde prostitutos que daban su
servicio a todo precio, hasta travestis que animaban la noche dando un show de
baile, y hasta hacían algunas competencias sobre quien tenía la polla más
grande, y el que ganaba se llevaba pases libres por todo un mes, los tragos
y cervezas corrían por todo el lugar,
como si fueran dulces para niños, pero no solo era eso, también en el sótano
del local corría droga, vendían droga como si fuera pan caliente, y para
culminar y realmente fue lo que más me sorprendió, es que en ese mismo sótano hacían
orgias, tríos y podían tener sexo con quien quisieran y como quisieran, se la
mamaban, se corrían en las paredes, todo el ambiente olía a sexo, algo que me
desagrado, yo no era de esos tipos que les gusta ir de fiesta en fiesta, yo
prefiera ser más calmado, y por lo que me contaron, ese lugar era como Sodoma y
Gomorra, toda una perdición, pero como Gerard estaba tan emocionado por ir, yo
no me podía negar, además no estaba tan mal, conocer un tanto el lugar, quizás Luis
exagero en contarme sobre ese club, mejor verlo con mis propios ojos, pero por
si las dudas, decidí cambiarme de ropa, me puse algo más ligero, mas deportivo,
no tan elegante y ajustado, no quería terminar deborado por todos los pervertidos
que quizás podría encontrar.
Así
que tan solo me puse unos vaqueros negro, una remera blanca y mis zapatillas,
me peine como de costumbre y me pinte las típicas X en los ojos, me veía muy
simple y de alguna manera u otra tenía que hacer algo para distinguirme de los demás,
sí, yo y mi manía por no ser como todos, cuando ya estaba listo, baje y vi a Gerard
sentado, con los pies sobre la pequeña mesita del living, mirando un poco las
noticias, me acerque a él y me senté a su costado
-estoy
listo!! Nos vamos??
-
estas guapísimo, con todo te ves guapo, aunque a mí más me gusta sin nada – se acercó
a mi dándome pequeños besos en el cuello
-
Gee… - me separe un poco de él – deja eso para más tarde
-
bueno… lo dejamos para el club, te voy a llevar a los excesos del placer
-
cállate tonto – me ruborice
-
awww tu siempre poniéndote vergonzoso
-
no te burles!! Mejor vámonos de una vez – lo bese en los labios, el me siguió el
beso, nos quedamos así por un rato, hasta que salimos de la casa, tomamos un
taxi dándole la dirección que estaba en la tarjeta del club y nos fuimos.
Cuando
llegamos al club, había mucha gente a los alrededores, Gerard pago, nos bajamos
del taxi, no sin antes recibir una advertencia que el taxista nos había dado
sobre ese lugar, aunque no le entendimos mucho, ya que hablaba en francés, pero
supuse que era una advertencia, ya que se veía serio, Gerard lo dejo pasar,
cuando mire a mi alrededor pude ver muchas parejas gay por toda la zona, todos besándose
y agarrándose de la mano, me pareció una escena tierna, pero mientras más nos adentrábamos
al lugar, podíamos ver como parejas sin descaro alguno follaban en plena vía
publica, Gerard me quedo mirando algo desconcertado, o quizás con ganas de
hacer lo mismo?? No lo sé, pero cuando los dos desviamos la mirada hacia una
bandera de colores que colgaba desde un balcón de una vivienda, pudimos
comprender todo, este barrio era absolutamente, zona Gay.