Capítulo 16: cuando el
corazón se paraliza
[Narra
Gerard]
Era
una noche muy fría, el bosque se veía muy tétrico y las ramas de los árboles se
remecían de un lado al otro por el fuerte viento que corría, camine a paso
ligero, tratando de no tropezar con una de las ramas rotas que habían por todos
lados, pasé cerca de la fogata, pude ver como mis demás amigos se estaban
divirtiendo, todos cantaban canciones de “The Cure” mientras Ray tocaba la
guitarra, quise ir donde estaban ellos, pero al ver que Fer no se encontraba
hay, decidí no hacerlo y seguí con mi búsqueda.
Me
estaba comenzando a desesperar al no encontrarlo, los profesores ya habían
marcado un perímetro del cual no podíamos salir, pero camine alrededor de todo
el perímetro y ni rastros de Fer, así que decidí adentrarme más al bosque, traspasando
los perímetros para ver si así lo encontraba.
Llegue
cerca de un pequeño lago, todo estaba muy oscuro, ya ni la luz de la luna serbia
de ayuda, así que prendí la linterna e ilumine el camino, de repente escucho
como el grujir de unas ramas, me acerco al lugar de donde provenía el sonido,
alumbre con la linterna, y me encontré con una cueva oscura, más bien parecía
un mausoleo clandestino y abandonado, el cual tenía una puerta de madera vieja.
Me
fui acercando cada vez más, comenzaba a asustarme, quizás debería salir
corriendo por si había algún animal, hasta que de repente sale Fer tambaleándose
y se para en la puerta del mausoleo, me queda mirando detenidamente y se acerca
rápidamente detrás de mí.
-¿Quieres?
– me dijo mostrándome una bolsita con polvo blanco
-
no! Yo ya deje eso, no pienso consumir más esa porquería – lo mire de frente a
los ojos
-
vamos… solo un poco
-
no Fer!! Y que haces acá?? De donde sacaste eso??
-
lo saque de la mochila de Estella, es lo que agarro de Billie cuando a este se
le cayó y vengo… a no desperdiciar la mercadería
-
acabándotela todo tu solo, pues que gran hazaña he – dije sarcásticamente
-
entonces no dejes que me la acabe solo, mira que me puede dar una sobredosis
-
no me vas a convencer Fer
-
solo un poco Gee, si muero va ser tu culpa
-
está bien, dame eso!! – le arranche la bolsita y jale un poco
-
bien… y dime cómo te sientes??
-
no lo sé Fer, hace tiempo que no consumo y si me choca??
-
yo estaré acá contigo para socorrerte
El
viento corría mucho más fuerte, los dos tiritábamos del frio, nos sentamos en
la puerta del mausoleo, carrucándonos uno con el otro, me arrope con mi polera
y de repente comienzo a sentir mareos, pensé que era producto de las drogas,
pero después se fueron haciendo más intensos, hasta que Fer me abrazo de la
cintura, recostó su cabeza en mi hombro y comenzó a mordisquear suavemente mi
oreja.
-¿Qué
haces? – dije apartándome de él
-
que te sientas mejor
-
no me siento mal
-
Gee… no seas terco, sé que tienes mareos
-
no, no los tengo!!
-
entonces porque tus pupilas ya están bien dilatadas, no sabía que te chocara
tan rápido
-
te dije que no debí consumirlas
-
relájate… si te desesperas te sentirás peor, solo… déjate llevar
Cerré
mis ojos tratando de controlar los mareos, felizmente estos cesaron, pero sin
darme cuenta ya estaba recostado encima del pasto y no precisamente cómodo,
porque Fer estaba encima mío, besándome y dándome pequeños mordiscos en el
cuello, trate de empujarlo, quería zafarme de él, pero las fuerzas me vencían,
ya había entrado a la fase, en donde todo tu cuerpo se desvanece, gracias a las
drogas.
Fer
se aprovechó de eso, parecía que él ya estaba muy acostumbrado a controlar esa
fase, cada vez sus besos en mi cuello fueron más intensos, podía sentir como absorbía
mi piel tratando de dejarme alguna marca, pero no todo estaba tan mal, me hacía
entrar en una excitación absoluta, pude sentir como sus manos bajaron hasta mi
entre pierna, rosando mi miembro con delicadeza, hacía que entre en un calor
único.
De
repente sin importarle el frio, Fer se saca su remera, luego saca la mía,
comienza a darme pequeños besos en el pecho, bajando poco a poco por mi abdomen
hasta llegar a mi pelvis, roza su boca con mi entrepierna, me saca rápidamente
el pantalón, baja mis bóxer y comienza a lamer con su lengua mi glande.
Yo
no podía aguantar más sentía correrme en ese preciso momento, estaba en pleno
orgasmo, Fer comienza a masturbarme, comienza a besarme desenfrenadamente, su
lengua se entrelazaba con la mía, mientras los dos soltábamos gemidos y yo me
dejaba llevar por él.
………. ……….
-No
regresan!! Y ya paso más de media hora – decía Frank caminando de un lado al
otro en la cabaña
-
puedes dejar de caminar?! Me estas mareando, joder!!
-
lo siento Estella, pero Gee me preocupa, que estará haciendo?, habrá encontrado
a Fer o qué diablos
-
relájate, seguro ya vienen, no seas tan mal pensado
-
tu que harías si tu novia anda desaparecida con la chica que sabes que se muere
por ella??
-
ok!! Vamos a buscarlos – Estella se paró de la cama y se puso su casaca
-
ya yo estoy listo, vámonos – dijo Frank agarrando una linterna.
-
ya venimos Billie
-
como sea, yo saldré a la fogata con mis amigos
-
has lo que quieras Billie – dijo rápidamente Frank y salió de la cabaña seguido
por Estella
Los
dos caminaron por los alrededores de los perímetros, al no encontrar señales de
Fer y Gerard, decidieron salirse de los perímetros y adentrarse por el bosque,
para su mala suerte, no estaban yendo por el camino indicado.
Llegaron
hasta un puente colgante, dudosos si pasar el puente o no, al final decidieron
hacerlo, el puente era antiguo, la soga que iba amarrada en unos troncos eran
muy antiguas y parecía caerse en cualquier momento, estando a mitad del camino,
deciden regresar, no querían saber que podían encontrarse al pasar ese puente.
Estando
muy cansados y congelándose de frio, deciden regresar a la cabaña, regresaron
por un camino distinto, el bosque era tan grande que no podían reconocer cual
era el camino preciso por donde habían caminado desde un principio.
-Ten
cuidado, hay muchos hoyos
-
ya me di cuenta Frank
-
ven toma mi mano – Frank le tendió la mano
-
no sé cómo me convenciste de venir hasta acá – Estella agarro la mano de Frank
-
yo haría lo mismo por ti, si tú me lo pidieras
-
te quiero enano
-
yo también, gracias por ayudarme a buscar a Gee
-
pero donde se habrá metido??
-
me preocupa que le pase algo
Estella
sin darse cuenta pisa en uno de los hoyos, suelta un fuerte grito de dolor,
inmediatamente Frank trata de socorrerla
-tranquilízate!!
Te dije que tengas cuidado – gritaba Frank
-
no me grites!! Me duele mucho, creo que me doble el tobillo, mierda!!
-
cálmate, yo te ayudo – Frank cargo a Estella y logro sacar su pie del hoyo –
puedes caminar??
-
no sé… - Estella intento pararse, pero se volvió a caer – la jodi Frank!! No
puedo!! Me duele – decía entre sollozos
-
ya, ya, no hagas fuerza, no muevas la pierna para nada, iré por ayuda
-
NO!! No me dejes acá sola por favor – Estella comenzó a llorar
-
pero tengo que pedir ayuda, no te puedes quedar así
-
no me dejes sola enano!!! Y si viene algún lobo o animal??
-
mierda!! Cierto, bueno entonces gritemos por ayuda
……….. ………..
-Escuchas??
-
no Gee… tu solo sigue – decía Fer con voz orgásmica
-
fue un grito, alguien está pidiendo ayuda – Gerard reacciono y aparto a Fer de
un empujón
-
no me jodas Gerard!!
-
no puedo hacer esto Fer, no le puedo hacer esto a Frank!!
-
pues ya lo hiciste!! Ahora tenemos que terminarlo – Fer se volvió a acercar a
Gerard
-
no!! – Gerard lo empuja – entiende no quiero!!
-
vete a la mierda Gerard Way, no me importa si quieras, no me vas a dejar con
esta erección
-
hazte una paja o no sé, pero conmigo no cuentes
-
mierda!! – grito Fer
-
cállate
-
que pasa ahora??
-
escuchas?? Los gritos otra vez
-
debe ser algún borracho, yo que sé
-
no Fer, yo conozco esa voz… es de Frank!!! – Gerard se exalto y se puso su ropa
rápidamente
-
donde crees que vas??
-
a verificar si es Frank
-
tú no te vas a ningún lado – Fer agarra con fuerza el brazo de Gee
-
pero… que haces?? Suéltame!!
-
no!! Tú te quedas acá conmigo
Fer
empuja a Gee y lo hace caer en el pasto, se echa encima de él y comienza a besarlo
desenfrenadamente, mientras con una de sus manos rosaba su miembro y con la
otra lo sostenía fuertemente de la cintura, para que no se escapara.
[Narra
Frank]
Convencí
a Estella para dejarla sola un rato e ir por ayuda, Salí corriendo rápidamente
hacia el campamento, hasta que me choque con un mausoleo, escuche unos gemidos
que se me hacían muy familiares, inmediatamente sentí como si mi corazón se
fuera a paralizar, un punzón intenso atravesó mi pecho, comencé a sentir un
presentimiento horrible, rodee el mausoleo, hasta llegar a ver una puerta de
madera muy vieja.
Nunca
pensé ver esa escena, no podía creerlo, que Gerard me hiciera esto, era muy
doloroso, me deje caer de rodillas, las lágrimas fueran saliendo una por una de
mis ojos, cayendo secamente al pasto, la cabeza me daba vueltas, no sabía cómo
reaccionar, no sabía si gritar o callar y seguir mi camino.
Pero
pensándolo bien, decidí hacer lo correcto, primero ante todo, tenía que
socorrer a mi amiga, Estella estaba muy adolorida y no podía perder tiempo, tenía
que buscar ayuda cuanto antes, así que me seque rápidamente las lágrimas de mis
ojos y con un dolor inmenso en el corazón, que prácticamente ya lo tenía en la
mano, decidí afrontar la situación, aunque mi corazón haya muerto o paralizado,
aun tenia vivo el cerebro.
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