Capítulo 4: quien lo
diría ¿algún día dormiría con un ángel?
Eran
Dominik y Mikey besándose desenfrenadamente, Mikey sostenía con fuerza la cara
de Dominik y lo pegaba más hacia él, mientras que Donimik encima de Mikey iba
acariciándole el pecho, metiendo su mano debajo de su remera, Amber y Frank
quedaron anonadados, nunca pensaron que Dominik… era… gay!! Pero después se
pusieron a pensar y eso a estas alturas de la vida ya no era una novedad, se
podría decir que era lo más normal, claro, solo para los que no son
homofóbicos.
-Hey!!
Dominik!! – dijo Frank alumbrándolo con la linterna
Dominik
inmediatamente se separó de Mikey, dándole un pequeño empujón, Mikey callo de
la banquilla, se paró molesto y le grito a Dominik, luego dándose cuenta de que
lo estaban alumbrando con la linterna, volteo y miro a Frank, Mikey estaba muy
molesto, parecía que un poco más y le sale fuego de los ojos.
-¿Qué
mierda haces acá?!! – le grito Mikey a Frank
-
vine a buscar a mi amigo
-
eres amigo de este?? – esta vez Mikey se dirigía a Dominik
-
si… - Dominik agacho la mirada, estaba muy avergonzado
-
Dominik donde esta Estella?? – pregunto rápidamente Ali
-
en la habitación de Mikey
-
¿Quién es Mikey? – volvió a preguntar Ali, esta vez un poco más desesperada
-
yo soy Mikey!! Tú quién eres??
-
Ali, amiga de Estella ¿Por qué cojones ella está en tu habitación?
-
porque salió a comprarle droga a Billie y cuando estaban de regreso la puerta
de su pasillo estaba cerrada
-
¿Qué?!! Estella le compro Droga a Billie??!! – interrumpió Frank sorprendido
-
sí!! – Dijo Dominik – entonces el hermano de Mikey nos encontró y nos invitó a
pasar la noche en su habitación
-
Y tú te prestas para las idioteces de Estella??!! – le grito Ali a Dominik
-
lo siento… ella me pidió que la acompañe
-
ella había dejado la droga – Ali comenzó a sollozar – no puedo creer que entre
en ese mundo de nuevo – se le iba quebrando la voz
-
relájate!! – Frank la abrazo – mejor vamos a buscarla
-
sí, vamos de una vez!!
-
yo los guio – dijo Mikey caminando por delante, olvidándose por completo de
Dominik, que resignado no le quedo de otra que ir detrás de todos
Cuando
llegaron a la habitación, Mikey prendió las luces, inmediatamente todos se
despertaron algo fastidiados, Estella apenas vio a Ali parada en el marco de la
puerta, trato de taparse con las frazadas, pero Ali ya la había visto.
-Más
huéspedes?? – dijo Ray
-
ok!! Quien convirtió nuestra habitación en un hotel?? – grito Bob
-
no sean idiotas!! – Grito Mikey – ellos son Ali y Frank, amigos de Dominik y
Estella
-
vinimos a buscarlos – dijo Frank – sentimos la molestia
-
no te preocupes no es ninguna molestia – dijo Gerard fijando su mirada en Frank
Frank
noto la presencia de Gerard y lo quedo mirando detenidamente, por unos segundos
parecía como si el mundo se hubiera parado para ellos, entrelazaron las miradas
y se sonrieron, hasta que Mikey rompió la paz en el ambiente
-Y
ellos son Ray, Bob y mi hermano Gerard – Mikey señalo a los mencionados, presentándoselos
a Frank y Ali
-
así que te llamas Gerard, lindo nombre – Frank le volvió a mandar una sonrisa
-
gracias, tú también tienes un lindo nombre
-
noo… mi nombre es común, conozco a muchos Frank, pero Gerard… nunca antes lo
había escuchado
-….
– Gerard se sonrojo un poco – pero si quieres me puedes decir Gee, acá todos me
llaman así
-
y tu señorita, tenemos que hablar!! – Ali se dirigió hasta la cama en donde
estaba Estella y la quedo mirando seriamente
-
hablar que cosa?? – dijo Estella haciéndose la desentendida
-
ya me contaron!! Tú, Billie, drogas ¿te suena?
-
Ali yo… - Estella agacho la mirada - ¿Quién te lo dijo? – dijo un poco molesta
-
eso no importa ahora, nosotras tenemos que hablar muy seriamente
-
maldito Dominik Chismoso!! – grito Estella
-
hey!! A mí no me eches la culpa!! El que le conto fue Mikey – se defendió
Dominik
Estella
le mando una mirada asesina a Mikey, quien se refugió acostándose en su cama y tapándose
por completo con las sabanas
-Bueno
creo que este no es el momento para hablar las cosas – dijo Ray
-
sí, mañana tienen todo el día para hablar, ahora queremos dormir – pidió Bob
-
lo sentimos, nosotros ya nos vamos – Frank se dirigió a la puerta
-
no!! Esperen!! – grito Gee
-
¿Qué pasa? – Frank volteo, chocando con los hermosos ojos de Gerard
-
pueden pasar la noche acá, si quieren claro
-
pero… si alguna auxiliar se entera que pasamos la noche acá?? – decía un
Dominik temeroso
-
no va pasar nada, siempre y cuando no los encuentren caminando por el campus a
estas horas, además ya falta poco para que amanezca
-
tienes razón Gee, nos quedamos!! – Frank le mando una sonrisa, que fue
correspondida
-
¡¡¿Qué?!! – gritaron Ray y Bob
-
sí, chicos ya escucharon!!, así que tendremos que compartir camas – ordeno Gee
Bob
y Ray no estaban muy conformes con que más chicos se quedaran en su habitación,
si alguna auxiliar los descubría, tendrían un muy severo castigo, pero no les
quedaba de otra, ellos no eran malos chicos y no querían caer pesados, así que
permitieron que se quedaran, sin poner reproche alguno.
Bob
se quedó en la cama de Ray, mientras Dominik ya se estaba acomodando bien cómodo
junto a Mikey, Estella compartió cama con Ali y tan solo faltaba una cama para
Frank, lo único que le quedaba era compartir cama con Gerard, quien muy gustoso
acepto compartir su cama con Frank.
[Narra
Frank]
No
sé qué era lo que precisamente me pasaba en ese momento con Gerard, pero su
mirada, esos dos hermosos ojos verdes esmeralda, me traían loco, combinaban a
la perfección con su linda sonrisa y su carita blanca como un ángel.
“¡¡pero
que rayos te pasa, Frank!!” como me puedo estar expresando así de un chico??
Será que… no, no puede ser, a mí no me puede estar gustando un chico, o si??
No!! Tan solo me encontraba confundido, eso era, Gerard era tan simpático,
guapo, que me estaba dejando llevar por eso.
Cuando
me acosté en su cama, pude sentir una paz que no conseguía en la mía, mi cama
era fría, dura, sin gracia alguna, pero con Gee todo era diferente, una cama
suave, cálida, calientita, Gerard me cubrió con la manta, me mando una sonrisa
y se volteo dándome la espalda.
Yo
me quede hay quieto, no podía cerrar los ojos, no me sentía yo, no me sentía
completo, una incomodidad y ciertos cosquilleos en el estómago me estaban
fastidiando, podía sentir como mis mejías ardían, cuando me toque el rostro, no
era para más, parecía que me estaba sancochando.
Rápidamente
me pare de la cama y me senté en el borde, todas las luces ya estaban apagadas
y todos parecían muy cómodos dormidos en sus respectivas camas, mire hacia la
cama de Mikey y Dominik, note que estos dos dormían abrazados, Dominik
recostaba su cabeza en el hombro de Mikey, mientras el otro jugueteaba con su
cabello, de inmediato se me vino una imagen a la mente, tenía la necesidad,
quería por alguna razón en el mundo, estar en la misma posición con Gee, pero…
¿Por qué quería eso? No tenía ni la menor idea de lo que me estaba pasando en
ese momento, pero lo que si tenía bien en claro es que necesitaba una muestra
de afecto, y esas ganas incontrolables de abrazarme a alguien me estaban
matando.
Mi
cabeza me comenzó a doler, sentía como un calor horrible me subía por todo el
cuerpo, puse mis codos en mis rodillas y recosté mi cabeza sobre mis manos,
trataba de calmarme, mi respiración se tornaba algo agitada, fue ahí donde me
di cuenta que me estaba dando un ataque de ansiedad, intente tomar una buena
bocanada de aire he ir votándolo de a pocos, pero nada me pasaba, me sentía
igual de jodido que antes.
En
eso siento que alguien posa una mano en mi hombro, eso me hizo dar un salto del
susto y volví a la posición normal, siento como que alguien se iba acercando
hacia mí y se sienta a mi costado, volteo a verlo y me encuentro cara a cara
con Gee, no lo podía distinguir muy bien, ya que estaba todo oscuro, pero yo ya
había distinguido su aroma, olía exquisitamente a duraznos, no sé si será su
loción, jabón o lo que fuera, pero ese aroma me tenía hechizado.
-Te
sientes bien?? – me pregunto Gee, haciéndome salir de mi delirio
-
sí, sí, yo.. Bien, estoy, estoy bien!! – dije a duras penas, tropezando con las
palabras
-
pues… entonces por qué no te acuestas y duermes??
-
creo que se me fue el sueño – soné algo ronco
-
espera y te traigo una botella de agua – me dijo Gee parándose y yendo hacia la
nevera – toma acá esta – me paso la botella de agua y se sentó a mi costado
-
gracias – yo me tome casi todo el agua de un solo sorbo
-
tranquilo!! Te puedes ahogar – me advirtió Gee y tomo la botella que tenía en
mi mano
Eso
hizo que nuestras manos chocaran una con otras, por unos segundos se
entrelazaron, dejándome notar cuan suave y tibia era la piel de Gee, mientras
que mi mano huesuda, por así decirlo, y fría deseaba tener aún más contacto con
la de Gee
-Y ahora, estas más tranquilo ¿? – volvió a
preguntarme Gee
-
sí, gracias, esto me hizo bien – había notado que el ardor en mis mejillas
había desaparecido, al igual que el dolor de cabeza
-
y… ya que no puedes dormir ¿Qué te parece si nos conocemos mejor?
-
conocernos mejor?? – abrí mis ojos como platos
-
claro!! Quiero saber más de ti, eres nuevo??
-
aaa… te referías a eso – dije más aliviado
-
si… tu que pensabas?? – Gerard soltó una suave risita
-
no, nada – me volví a sonrojar y tome otro poco de agua – sí, soy nuevo – dije
ya más calmado
-
yo también!! Y… ¿Cuántos años tienes?
-
17 y tú?
-
18, te llevo por un año
-
me ganaste!! – solté una risita y Gee también
-
y compartes habitación con Estella y Dominik??
-
sí, con ellos y Ali, la cual se asustó mucho cuando no vio a Estella en su
cama, un poco más y prende la alarma de incendios para que todos salieran a
buscarla
-….
– Gerard comenzó a reír – pero como no pudo te pidió a ti que la ayudaras
-
si… no sé porque se preocupa tanto por Estella, al fin y al cabo ella ya es
bien grande y sabe lo que hace
-
es cierto!! ¿Pero… como salieron del pasillo? Yo mismo vi que estaba con
candado
-
lo sé!! Y no se quien cojones lo puso, pero Ali encontró una salida por una
pequeña puerta en el techo del baño de chicas
-
salieron por el techo?? Ustedes son extremos y si los pillaban??
-
no lo creo, a estas alturas todas las auxiliares ya están dormida, aaa… pero no
sabes lo que vimos – solté una risa de solo recordarlo
-
que vieron?? ¡¡Cuéntame!! – pedía Gerard desesperado
-
no me vas a creer, pero te juro que Ali y yo vimos a la directora… – volví a reír
– haciendo sexo oral con el pastor de la capilla – no pude aguantar más la risa
y al poco tiempo Gerard y yo estábamos revolcándonos en el suelo, riendo sin
parar
-
mierda!! Que carajos con ellos, ver a una monja haciendo el amor es épico –
dijo Gee entre risas
-
pero no tanto como ver a tu hermano revolcándose con Dominik en las banquillas
del campus – dije aun riendo
-
¿Qué?!! – Gerard freno de inmediato su risa
-
yo… lo siento, no debí decir eso – deje de reírme
-
Mikey con Dominik??!! – Gerard se notaba sorprendido
-
mmm… creo que ya me dio sueño, mejor acostémonos – dije tratando de cambiar el
tema
-
ok…
Gerard
aun algo confuso por lo que le había contado de su hermano, se acostó en su
cama, yo me maldecía mil veces por haber soltado mi bocota, si Gerard le
contaba algo a Mikey de lo que le había dicho, Mikey me odiaría por el resto de
su vida, por ser un maldito chismoso, sin pensar mucho en ese tema y
concentrándome más en Gee, me eche a su costado, Gerard me volvió a arropar con
las sabanas, me dio un delicado beso en la frente, que me hizo estremecer todo el
cuerpo, pero al mismo tiempo me hizo entrar en una paz inmensa.
-Descansa
Frankie!! – me dijo Gee al oído
¿Frankie?...
sí, me acaba de decir Frankie!! Y sonó tan cual de hermoso como cuando me lo
decía mi madre, no pude evitar mandarle una enorme sonrisa y ponerme un poquito
colorado.
-Tú
también descansa Gee – me volteé quedando cara a cara con él – y… por favor, no
le digas a Mikey que te conté
-
ok, esto será un secreto entre los dos ¿cerramos el trato? – dijo alzando su
dedo meñique
Yo
hice lo mismo y entrelace mi dedo meñique con el de él, por unos minutos
parecía que estábamos muy cerca acostados en la cama, yo podía sentir su
respiración chocar con mi nariz, mientras su esquicito aroma recorría todo mi
cuerpo, luego sentí su brazo pasar por mi cuello, atrayéndome hacia él, puse mi
cabeza en su hombro, él recostó su cabeza encima de la mía, con cierta ternura
y delicadeza, así ya más tranquilo, pude ir cerrando los ojos, nunca pensé
dormir con un ángel entrando en un profundo y esquicito sueño.
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